El romanticismo se materializa en este exquisito anillo de compromiso en oro blanco y diamante, una joya que se convierte en el sello de una promesa eterna. Con un diseño evocador y enamorado, esta sortija solitaria es el fruto de un meticuloso trabajo de orfebrería realizado en oro blanco de 18 kilates. Su metal precioso, moldeado en formas redondeadas, abraza delicadamente un diamante engastado en tensión, una piedra que simboliza no solo la belleza sino también la fortaleza inquebrantable del compromiso. Los diamantes no son solo un símbolo de comienzos auspiciosos, sino también de una declaración poderosa de las intenciones más puras e intachables.
Anillo de compromiso oro blanco y diamante 028_1050-10